Introducción : Ningún obstáculo podía impedir la llegada de la muchedumbre al Monasterio de Anaya. Ni el estado deteriorado del camino, ni las dificultades existentes en ese lugar desierto lograban detener las oleadas humanas que acudían, tanto de día como de noche, al monasterio. En este santo lugar se observaban señoras descendientes de familias nobles, caminando descalzas en pasillos tortuosos y fangosos; jóvenes, ancianos, niños, cojos, enfermos, todos se arrastraban, con los ojos brillando de esperanza y los corazones llenos de un ardiente sentimiento religioso. En la cercanía de la tumba del ermitaño, las lágrimas regaban la tierra, los labios besaban las paredes, las manos golpeaban los pechos…todos intentaban tocar la tumba. Aquí la enfermedad tenía una cita con la fe. Las oraciones se elevaban al cielo sin cesar, y muchos de los que imploraban la curación corporal y espiritual se convertían. Muy a menudo, entre las ovaciones y las campanadas, se escuchaba el emotivo grito de: ¡Un milagro! ¡Un milagro!”. La gente pedía reliquias, y los que no lograban obtenerlas, recogían puñados de tierra alrededor de la tumba o arrancaban hojas del roble bajo el cual se sentaba el Ermitaño. Los peregrinos despojaron poco a poco aquel viejo roble de sus hojas y ramitas y lo convirtieron en una fuente de reliquias y de curación. Las hojas se hervían en el agua que los enfermos bebían como una infusión milagrosa. El Padre Charbel no se destaca solamente por su vida y por su muerte sino también por sus milagros. La gente sentía la presencia divina en su apogeo, percibía un poder grandioso que cura las heridas del alma y del cuerpo. Desde el 11 de noviembre de 1926, los monjes de Annaya siguen registrando inmensurables favores atribuidos a la intercesión del Padre Charbel y que conocieron tanto por escrito como de la boca de los favorecidos. Mucha gente cristiana y de otras religiones, procedente del oriente y del occidente, relató un gran número de milagros, prodigios y gracias y atribuyó al Padre Charbel, estando vivo, hechos prodigiosos. Sin embargo, después de su muerte, desde el 22 de abril de 1950, el Padre Charbel empezó a repartir los favores del Todopoderoso con una generosidad excepcional. Los milagros ocurrían tocando una de las reliquias del “Santo”, el sudor que transpira su cuerpo, una pieza de su ropa o simplemente a través de una oración a Dios por su intercesión. Miles y miles de curaciones y favores fueron registrados en el monasterio de San Maron-Annaya en el año 1950, llamado el año de los milagros de Charbel. En esta obra vamos a mencionar solamente algunos de ellos. A continuación encuentran los milagros que tuvieron lugar en el año 1950 por el poder del Señor Jesús y la intercesión del Padre Charbel. Queremos señalar que estos testimonios están escritos y firmados por las personas concernidas además de las firmas de los testigos y los informes de los médicos en los casos específicos. La curación de Butros Bichara Saleme : Soy Butros Bichara Saleme del pueblo de Mayfuk. Tenía forúnculos en todo el cuerpo y los médicos no pudieron curarme. Mi tía Marcha, del pueblo de Annaya, me dijo que con el Padre Superior del monasterio, Padre Butros Younes, había algunas gotas de sangre del sirviente de Dios Charbel y que tuviera fe y pidiera un poco al Padre Superior para untar estas ulceras y así sanarías inmediatamente. Me pidió también que echara todos los medicamentos. Y así fue. Untó las ulceras al dormir y me despertó temprano sano y curado de esta enfermedad por la intercesión del padre Charbel. Firma: Yusef Suleyman Nehme, su primo, con su permiso. La curación del primo de Jirjis Jibrayel Abi Younes : Soy Jirjis Jibrayel Abi Younes, supe que a mi primo Tufic Yusef Zugheib, una serpiente le mordió en el dedo del pie y estuvo a punto de morir por el veneno letal. Imploré la intercesión del padre Charbel para que le curara entonces el mismo visitaría la tumba del padre Charbel. Seguidamente, mi primo se curó por la intercesión del padre Charbel. El 23 de julio de 1949 Jirjis Jibrayel Abi Younes en la presencia del enfermo curado. La curación de Charbel Tanyous Maroun : Soy Charbel Tanyous Maroun. Mientras que trabajaba en la cantera, una piedra calló sobre el dedo de mi mano y fue gravemente herido. Al mismo momento, tomé un poco de tierra mojada del sudor del padre Charbel. Después de 24 horas no quedó ninguna señal de esta herida por la intercesión del padre Charbel. El 8 de marzo de 1950 Charbel Tanyous Maroun. La curación de Tanyous Amine Chahine : Soy Tanyous Amine Chahine del pueblo de Kartaba. Mi padre Amine Sarkis Chahine padecía de hipertrofia del corazón. No benefició de los tratamientos medicales, por eso hice voto al padre Charbel de visitar su tumba pidiéndole la curación de mi padre. Mi padre se curó de inmediato y su corazón volvió normal por la intercesión del padre Charbel. El 13 marzo de 1950 Tanyous Amine Chahine. La curación de la hija de Khayralla Khouas : El tercer día de junio de 1950, llegó al monasterio de Santo Maron-Annaya, la señora Wasifa, esposa de Khair El-Din, sunita del pueblo de Alepo. La señora que tenía 27 años declaró lo siguiente: “Mi hija Aida que tiene 3 meses y medio se puso enferma. La llevé a 18 médicos: Tufic Attar y su hijo, Ahmad Hamda, Ibn Kanpur, Afgani, y otros de los médicos de Alepo y no supieron de que padecía mi hija. Algunos dijeron que sufría de fiebre intestinal… Al fin, tomé de unos vecinos armenios agua y aceite benditos de la tumba del padre Charbel. Me confié totalmente al padre Charbel, entonces le di a mi hija a beber el agua santa y la unté con el aceite, dado que hacía 22 días que no me permitían amamantarla. Dentro de 5 horas, la niña lloró y la amamanté. Desde entonces se curó. Vine descalza, con la cabeza descubierta al monasterio de Santo Maron-Annaya donde está la tumba del padre Charbel para agradecer a Dios y a su fiel sirviente por haber curado mi hija. La curación de Yusef Hanna Chiha : Soy Yusef Hanna Chiha del pueblo de Ban. Tenía un “flema” en la laringe, a la izquierda, que se desarrollaba más y más cada año. Consulté los dos médicos Chaker Nasir de Trípoli y Hanna Jabbour Al-Akrini, y los dos me dijeron que estaba en un lugar muy peligroso y la cirugía me causaría daño. Al fin, unté la laringe del roble e hice voto que si me curara, iría a pie. Durante la noche, mientras que dormía, sentí agua sobre mi cuello y pensé que llovía. Pero me desperté y volví a dormir, entonces tuve un sueño en el que un monje me dijo: “Tú no tienes fe en Charbel, pero él te curó. No haz bromas o habla en contra de los monjes, entre ellos hay muchos que son perfectos y aquellos que no lo son, les debes respecto por su hábito”. La mañana, se desapareció el “flema” que tenía el tamaño de un huevo o un limón. Dijo también que vino caminando a pie y hacia 2 días que estaba en marcha. 3 de junio de 1950 Huella del dedo de la mano derecha, Hanna Jirjis Chiha Testigo: Fouad Said. La curación de Seman Dib Chelela : El 11 de junio de 1950, vino Seman Dib Chelela, de Tabarja-Kesrouan, de 55 años, y declaró: “Tengo una úlcera desde hace 17 años, por causa de la que he sufrido mucho. Me examinaron en el hospital Hotel Dieu en 1944, donde me quedé 3 meses, y encontraron que tenía una disminución de la sangre. Tenía que tomar bicarbonato continuamente, y no podía beber ni un vaso de agua sin el bicarbonato. Nunca saboreaba la comida. Había seguido tratamientos bajo la supervisión de varios médicos, entre ellos Dr.Antoine Hasri, Joseph Karam, Antoine Mereb. Pero sin ningún resultado, el bicarbonato calmaba temporalmente el dolor. Finalmente, visité el 8 de mayo de 1950, el hombre de Dios padre Charbel y bebé agua bendita y me unté de sus restos benditos. Desde entonces nunca he vuelto a sentir los síntomas citados. He empezado a comer todo con apetito, y hasta esta fecha, 11 de junio, estoy mejorando más y más y estoy dispuesto a llevarles un informe medico lo antes posible. Seman Dib Chelela Fue leído ante él y le hizo firmar con su propia mano el padre Yusef Khachan Testigos: Nimutallah Bichalani Jreidi (Nida’ El Watan) Richard Nasar Najib Mahfouz. La curación de Antoine Joseph Sfeir : Se presentó ante mí, yo padre Yusef Khachan, el misionero del Niño Jesús, y el registrador de los milagros del hombre de Dios padre Charbel, el señor Joseph Sfeir y su esposa la señora Rose Sfeir (esposos legales) y declararon, en la presencia de testigos, lo siguiente: El primero de noviembre de 1950: “Mi hijo Antoine que tiene dos años, ha sufrido de repente de polio desde el principio de octubre de 1950. Su estado se deterioró tanto que los médicos Mfarrege y Sasi y nosotros perdimos la esperanza en su curación sin un milagro sobrenatural. Cuando notaron que la parálisis había llegado a la laringe y que el niño no podía más tragar o respirar, los médicos tuvieron miedo que la enfermedad se propagara en todas las partes de su cuerpo, sobre todo su corazón. Un médico le examinó en la noche y dijo que no iba a quedarse vivo hasta la mañana. Entonces la madre corrió y tomó entre sus manos el retrato del padre Charbel que tenía en casa y le dio a beber una cuchara de agua bendita diciendo: “Padre Charbel, por favor, contradiga al médico, hazle tragar esta agua y vivir”. El niño tragó tres cucharas fácilmente. Su estado se puso a mejorar y a la madrugada su temperatura bajó de una manera perceptible. Ha vuelto capaz de tragar y comer sin disputo. La madre hizo voto por la curación de su hijo y caminó descalza hasta la ermita. El señor Fouad Sader hizo también voto y llevó el niño a visitar la tumba. Para agradecer al padre Charbel, hemos venido hoy para registrar este milagro y cumplir los votos que hicimos. Beirut, el 1 de octubre de 1950. La curación de Iskandar Nahum Tuma Obeid-Baabdat : Somos el 1 de noviembre de 1950, se presentó ante mí, yo padre Yusef Khachan, el misionero del Niño Jesús, y el registrador de los milagros del hombre de Dios padre Charbel, y ante algunos testigos, un maronita de 48 años que se llama Iskandar Nahum Tuma Obeid, del pueblo de Baabdat, Kesrouan, y declaró: “Desde hace 13 años, estaba con mi cuñado Asaad Charbel en Bihirsaf. Había una rama de ciprés colgada que bloqueaba el camino de mi cuñado, entonces la dobló con fuerza sin prestar atención que estaba detrás y me golpeó en el ojo derecho. Inmediatamente perdí la vista en aquel ojo porque la retina estaba dañada. Fui prestamente a visitar el doctor Toufic Salhab que me informó de la gravedad de mi caso y me recomendó ir con él a un especialista francés que se llamaba el doctor Nacre. Según Dr. Nacre, la retina del ojo derecho estaba lesionada y no había mucha esperanza en la curación. Ingresé en el sanatorio de Khindok el Ghamik por algunos días, pero fue sin resultado. Fui a ver otros médicos: primero Dr. Abela, luego Dr. Chahine El-Salibi y después Dr. Olipar. Todos me dijeron que era inútil gastar más dinero en los médicos y que tenía que resignarme a eso como si “hubiera nacido con un solo ojo”. Algunos me aconsejaron extirpar este ojo para proteger el otro pero negué esta opción y fui al doctor Tuma Philipe que me confirmó esta opción. Después de todo eso, mi estado no cambió y me quedé con un ojo siego por 13 años. Me había confiado en la voluntad de mi Señor y soportado mi desgracia hasta que aparecieron en estos días los milagros del hombre de Dios, padre Charbel Makhlouf. Muchos han venido a visitar su tumba, incluso a los habitantes de mi pueblo y mi esposa. Pero yo no quería venir antes de rezar una novena para saber si me curara. Entonces recé la primera novena, la segunda, la tercera, la cuarta, y finalmente vi al padre Charbel en el sueño y me dijo: “Visítame o no serías satisfecho.” El día siguiente, el 17 de octubre de 1950, fui a visitar su tumba y dormí en el santuario por una noche antes de regresar sin ningún provecho. Sin embargo en el camino a casa me dolió un poco el ojo derecha. Después de dos días, es decir el viernes 20 de octubre de 1950, el estado de mi ojo volvió muy grave y sufrí de dolor insoportable tanto que prefería extirparlo. A las cuatro, me adormecí un poquito y vi que estaba llevando un nuevo coche al monasterio de San Moisés-El-Dawar. Al llegar, el conductor tiró una barra de hierro y golpeó mi ojo ciego. Grité tan fuertemente que alarmó mi familia. Me desperté mojado de sudor y cansado. Les relaté lo que había pasado y cuando el sudor secó tuve tan frío como si fuera en la nieve del invierno. Teniendo frío, volví a dormir y vi que me dirigía al mismo monasterio de San Moisés para trabajar. Mientras que estaba trabajando, un poco de tierra entró en mi ojo derecha. Interrumpí el trabajo y me puso a lavar mi ojo luego me senté cerca del monasterio. Un viejo monje salió de la antigua iglesia y me preguntó: “¿Qué tienes?” Le respondí que me dolía el ojo desde la mañana. Me dijo: “Espérate. Voy a traerte un pulverizador”. Dentro de poco regresó, me pulverizó el ojo y dijo: “Anímate, se va a hinchar un poco y dolerte mucho pero ciérralo un poco para que se extienda el liquido en el ojo”. Me desperté y no encontré a nadie cerca de mí, entonces me puse a buscar al monje y no encontré ningún rastro salvo el asfalto trinchado. Fui muy sorprendido porque el suelo había sido recientemente pavimentado. Miré fijamente el grabado que fue el nombre del padre Charbel en el siríaco. En aquel momento, me desperté y descubrí que estaba en mi cama. Llamé a mi esposa y le dijo: “Ve si mi ojo esta hinchada. ¿Qué?” Encontró que el ojo estaba de veras hinchado de la mejilla al párpado fláccido como una sanguijuela. La veracidad de la visión se me confirmó, por eso pedí el retrato del hombre de Dios, padre Charbel, le besé y cerré el ojo sano para encontrar que el otro ojo se curó. Grité de felicidad que puedo ver en mi ojo. Todos los vecinos se reunieron en mi casa y la noticia se propagó en toda la región, así pues la gente venía para ver el maravilloso milagro. De los que habían venido fueron los doctores Toufic e Emile Salhab que me hicieron examines medicales y encontraron que mi ojo estaba completamente sano. El doctor Toufic Salhab escribió un informe medico y le firmó. Iskandar Nahum Tuma Obeid Testigo: Henri Salhab El informe del doctor Toufic Salhab del pueblo de Baabdat sobre la curación del señor Iskandar Nahum Tuma Obeid del mismo pueblo: Doctor Toufic Salhab, el que suscribe, soy el medico del pueblo de Baabdat y del dispensario de Brumana. Testimonio que por la mañana he examinado el señor Iskandar Nahum Tuma Obeid que está de mi pueblo y que en 1937, es decir desde hace trece años, perdió la vista en su ojo derecho a causa de un golpe fuerte por una rama de ciprés cuyas hojas puntiagudas penetraron la pupila y lesionaron la retina según la declaración de los oftalmólogos de Beirut, los doctores Nacre el francés, Abela, El-Salibi, Olipar, y Tuma. Hice el examen hoy a petición del señor Iskandar anteriormente mencionado, para testimoniar y confirmar el regreso de la vista al ojo enfermo por medio de un milagro después de haber visitado la tumba del ermitaño San Charbel. Dado que le conocía perfectamente antes y después del accidente de 1937, y que estaba en contacto frecuente con él a lo largo de estos años en vista de su oficio de herrero, y por haber atestiguado con mis colegas los oftalmólogos anteriormente mencionados la perdida de vista en el ojo derecho, y para verificar que ha vuelto a ver en este ojo como en aquel sano, he cerrado firmemente el ojo sano y pedido que leía el periódico que estaba lejos más de un metro y ha logrado a leer fácilmente las letras de los títulos grandes y aquellas del articulo principal. He vuelto a hacer la prueba con un libro cuyo tipo es muy pequeño y he tenido el mismo resultado. En consecuencia de lo que he visto tengo que declarar que la curación se ha efectuado de una manera milagrosa y extraordinaria. Desde entonces y a petición del señor Iskandar, he escrito este informe firmado por mi parte bajo juramento en el Todopoderoso que todo lo que he declarado es verdadero. Escrito por: el doctor Toufic Salhab El monasterio de Santo Maron-Annaya. La curación de Tanious Azar : Se presentó ante mí el señor Tanious Azar del pueblo de Jizzine, que tiene 45 años y declaró: “Callé de un nogal alto y me torcí el pie derecho y hace dos meses que me están tratando los médicos Nazih el-Bezri de Sidón, Nicola Khoury, y Simaan Abu Milhem. Me escayolaron el pie cuatro veces sin resultado. Finalmente, me escayolaron el pie según el método occidental. Había seguido usando las muletas con dificultad. Hice voto al hombre de Dios, padre Charbel. Cuando visité su tumba, deje las muletas y caminé solo y fui a la ermita sin las muletas. Agradezco al hombre de Dios, padre Charbel y al Todopoderoso que me dio esta gracia. El 2 noviembre 1950 Tanious Azar Fue leído ante él y le firmó personalmente Jizzine Padre Yusef Khachan El misionero del Niño Jesús. La curación de Minder Tanous Saade : Minder Tanous Saade, del pueblo de Lihfid-Gbeil, tiene 51 años y su madre se llama Sabat Tanous Saade. La enfermedad: cálculo renal Es el 22 de marzo de 1951, soy Minder Tanous Saade, del pueblo de Lihfid, declaro que tengo un cálculo en el riñón derecho. Hace 50 días de esta fecha, el doctor Chahide el-Khoury, del pueblo de Amchit, uno de los deputados del Monte del Líbano por tres veces, me ha examinado y dicho que tenía un cálculo en el riñón derecho y que no iba a saltar sin una operación. Al escuchar la palabra “operación”, tuve miedo y me perturbé. Pues hice voto de visitar la tumba del hombre de Dios Charbel y así fue. No pude dormir en el monasterio de Annaya a causa del frío entonces regresé a casa y empecé una novena implorando la intercesión del piadoso padre Charbel. La novena consistía de rezar 9 veces Padre Nuestro y 9 veces Ave María. Al fin de la novena, el dolor desapareció totalmente hasta hoy. Fui al doctor Chahid el-Khoury anteriormente mencionado que me examinó y no encontró nada de los síntomas antecedentes. Me preguntó: “¿Qué hiciste?” Dije: “una novena al padre Charbel” Dijo: “Entonces pedimos la misericordia del padre Charbel”. Esta es mi declaración que la escribo el 22 de marzo de 1951. Minder Tanous Saade. La curación de Zakhia Adeeb Maroun Basil : El 9 de marzo de 1951 llegó la señora Lucia, esposa de Adeeb Maroun Basil, del Fidar-Gbeil y declaró: “Mi hijo Zakhia (Miled) tiene un año y dos meses, tuvo el 7 de febrero convulsiones a causa de la neumonía, acompañadas de una continua alta temperatura, entre 39° y 40° C, a lo largo de seis días sin interrupción y su estado es muy grave. Llamamos varias veces a los doctores Antoine El-Chami de Gbeil y Jibrael El-Twaile de Gbeil también, que le trataron sin que se curara ni siquiera se mejorara, mucho más estaba a punto de morir. Entonces el doctor El-Chami me dijo: “Tu hijo está en un estado muy peligroso”. Respondí: “Entonces le llevamos a Beirut”. Dijo: “Por la noche, tomaremos el riesgo y le llevaremos a Beirut. Si tienes suerte tu hijo salva, sino…tenía una niña que le había pasado eso y la perdí”. Al escuchar eso, fui muy perturbado e hice voto a San Charbel-mendigo a las puertas por un día y añado a lo que recojo el mismo importe. Estábamos poniendo hielo sobre el estomago de mi hijo y al hacer el voto, el niño empezó a sudarse y su temperatura bajó gradualmente. El doctor El-Chami le examinó y me dijo: ‘Tienes suerte, no hay más peligro”. Estoy dispuesta a prestar juramento legal que el informe es correcto. Lucia Adeeb Maroun Basil El 9 de marzo de 1951. La curación del cura Luis Mahfouz : Soy Luis Mahfouz, el cura de las parroquias de El-Dwair y de El-Fidar, tengo 58 años, había padecido gravemente de una enfermedad renal desde el 8 de diciembre de 1951 que me había obligado a guardar cama por más de dos meses. Me quedaba afiebrado y enfermo tanto de día como de noche a pesar de todo lo que había usado, como la penicilina… Así fui al hospital de El-Sanaaih donde me hicieron una radiografía según la cual no había nada en el riñón. Regresé a casa peor que antes por eso mi medico Antoine El-Chami me recomendó que iba al hospital Hotel Dieu para que me hagan nuevas radiografías. Me quedé allá 15 días sin que se observara nada en las radiografías, y la fiebre solía subir hasta llegar a los 39° C. El medico francés decidió tratar sondarme. Aguanté la intervención para sondearme en una sola sesión pero sufrí mucho. Al regresar del medico, tuve una hemorragia y empecé a sudar y tiritar. Mis pies no me sostenían así fui a la cama extremamente frágil. Alucinaba toda la noche y no sabia donde estaba. Durante la noche hice voto de visitar el padre Charbel en el monasterio de Santo Maron-Annaya y le dije: “San Charbel quiero solamente que me hace llegar a casa vivo, no me deje morir aquí. El dinero que pagarán mis parientes para mover mi cuerpo, sería ofrecido para celebrar misas por mi descanso eternal. Si tengo la suerte de vivir, no dejo la casa antes de visitarte”. Por la mañana, dije al medico, a la superiora del hospital y a las enfermeras: “Regreso hoy a casa”. Se pusieron a burlarse de mi y dijeron: “Mañana regresará más enfermo”. Les respondí: “Que haga padre Charbel lo que quiera de mi”. Al regresar a casa guardé la cama, mis parientes y vecinos empezaron una novena al padre Charbel. Al fin de la novena, celebré la misa divina y fui a visitar la tumba del padre Charbel en el monasterio de Santo Maron. Allá le rogué que me curara, y que la gente no se alegrara de mi desgracia porque la mayoría decía que la sonda era obligatoria. Volví a casa muy afiebrado, y por la tarde sentí un hormigueo y dolor inhabitual en las vías urinarias. Alrededor de la medianoche del sábado, sentí un cálculo pasando en la orina y por la mañana encontremos el cálculo que tenía el tamaño de un grano de cebada, el color un poco negro y era muy duro e irrompible. Detrás de dos días, la fiebre se puso a reducirse y a recuperar el apetito. Volví a celebrar la misa y me mejoraba cada día más. Ahora estoy muy bien de salud y he venido hoy, en esta fecha, al monasterio de Santo Maron-Annaya para agradecer al padre Charbel por la gracia que he tenido por su intercesión. Esto es lo que pasó conmigo, y yo mismo no sabe como me he curado en dos días de una enfermedad que duró setenta días, sin tomar ninguna medicina, solamente bebé y unté de los rastros benditos del padre Charbel. Confirmo lo que he escrito y lo firmo de mi propia mano. Estoy dispuesto a prestar juramento si es menester. El cura Luis Mahfouz El 27 de mayo de 1951. La curación de Wadiha Tanious Zarour : Soy Wadiha Tanious Zarour de Bikakafra, tengo 16 años, y sufría de una enfermedad en el estomago. El doctor Hitti me trató y me hizo unas radiografías por tres veces consecutivas. Resultó que padecía de un cáncer en el intestino. El doctor me hizo una operación y me suturó sin tener esperanza de curación. Eso fue en septiembre 1950. Doce días después de la operación, vine con mi padre a visitar la tumba del hombre de Dios, y hacia ya 22 días que no había comido, me alimentaba por inyecciones. Antes de venir al monasterio, mis padres estaban a punto de preparar mi mortaja porque estaba incurable, y rechazaba toda la comida y la bebida, y me desmayaba. Al llegar a Hasroun, me hicieron una inyección e inmediatamente me reanimé y perseguimos el camino al monasterio de Annaya sin sentir ningún dolor por todo el día. El día siguiente, sentí un dolor epigástrico izquierdo que duró del mediodía a la medianoche. Vomité tres coágulos de sangre y luego empecé a mejorarme. Temprano por la mañana me desperté totalmente sana y desde entonces no he sentido ningún dolor y estoy muy bien de salud. Mi curación tuvo lugar en septiembre de 1951. La curación de Sabat Yusef Bidran : Soy Mansur Yusef Saber del pueblo de Ghosta-Kisirwan, tengo aproximadamente 50 años, un albañil, vivo en Ghosta cerca de la escuela de Ain Waraka. Declaro que: “Mi esposa Sabat Yusef Bidran del pueblo de Dlibta, tiene aproximadamente 45 años, había padecido de un cáncer por 5 años. Le trataron muchos médicos como El-Cheikh Sakhr El-Khazen de Ghosta, el doctor Gargour del hospital libanés, el doctor Fouad Trad. Este ultimo decidió, igual a los otros, que tenía cáncer y la operó desde hace dos años. A pesar de la intervención quirúrgica y la radioterapia, cerca de 200 sesiones, su estado empeoraba. Cuando los milagros del santo piadoso Charbel se revelaron, se conmovió su fe y fue a visitar su tumba a fines del verano pasado. Mientras que el cura estaba exponiendo el Santo Sacramento en la ermita, mi mujer imploraba Dios que la curara por la intercesión del piadoso Charbel. Según lo que había declarado, vio al piadoso Charbel aparecer ante el retrato del patrón de la ermita, San Pedro, como si fuera un rayo de luz bendiciendo con sus manos. Sintió que el dolor que traspasaba su espalda y estomago estaba calmando y circulaba como la electricidad en su muslo. La procesión terminó y su enfermedad desapareció al mismo tiempo. Desde entonces no ha sentido ningún dolor y está muy bien de salud como si hubiera vuelto a nacer. Estoy dispuesto a traer un informe del medico que la operó. Estoy también dispuesto a prestar juramento legal confirmando la veracidad de mi declaración si es menester. Voy a traer mi esposa con el informe. Mansur Yusef Saber Escrito el 27 de julio de 1951 Esta declaración fue registrada en mi presencia, el 27 de julio de 1951: Padre Burros Zahra, el Superior del monasterio de Annaya. La curación de Habib Mitri El-Zoghbi : Soy Habib Mitri El-Zoghbi, un maronita del pueblo de Kfartih, vivo ahora en los Estados Unidos, tengo aproximadamente 69 años. Declaro que tuve una hipertrofia del corazón cuyo dolor fue a veces soportable y a veces no. Tenía también una hipertensión que había llegado hasta 230 mmHg. Seguí muchos tratamientos y consulté muchos médicos en los Estados Unidos sin beneficiarme. Finalmente, hice voto de visitar la tumba del piadoso padre Charbel. Luego la hipertrofia se desapareció y la tensión sanguínea volvió normal. Sentí un descanso que no había conocido antes. Hace un año que estoy sano de estas enfermedades. Hoy, he venido de los Estados Unidos para cumplir el voto que había hecho. Esta es mi declaración bajo juramento. Habib Mitri El-Zoghbi El 16 de octubre de 1953. La curación de la hija de Salim Nacif Abi Zeid : Soy Salim Nacif Abi Zeid del pueblo de Melij, de la zona de Jezzine-Líbano, inmigrante maronita, tengo 62 años. Declaro que mi hija unigénita Kaoukab que tiene 40 años padecía del cáncer. Los médicos en los Estados Unidos le hicieron radiografías y decidieron que necesitaba una operación quirúrgica, eso fue la nochebuena de 1953. Nos dijeron que teníamos que regresar después de la navidad para la operación. Mientras que estaba preparando el baño para lavarse antes de ir a ver los médicos para decidir la fecha de la operación, y sin que ella lo sepa, puso en el baño una gota del agua bendito enviado por mis parientes del Líbano. Se lavó y fue a ver los médicos que le examinaron e hicieron radiografías pero no encontraron ningún resto del cáncer anterior percibido por los cinco médicos. La sorpresa fue enorme. Cuando regresó a casa y me dio la buena noticia, le conté lo que hice. Agradecimos a Dios por su curación y lloramos de felicidad el día de la navidad que fue el más bendito. Salim Nacif Abi Zeid El 3 de augusto de 1954. La curación de Alice Milad Drobi Makhlouf : Soy Alice Milad Drobi, abajo firmante, declaro que estaba paralizada por cuatro meses, sin poder hacer ni un paso. Visité muchos médicos, incluso al doctor Sabra en Beirut y el doctor Baieh… todos me dijeron que necesitaba ocho meses para poder regresar a caminar normalmente. Pensé que el periodo fue muy largo, entonces no di importancia a sus palabras e hice voto a San Charbel pidiendo que me curara durante mi visita a su tumba por la noche. Tan pronto como la primera luz del nuevo día apareció, volví a caminar normalmente y por eso pedí en el mismo día de los padres del monasterio que registraran este milagro. Agradezco al padre Charbel y glorifico el Todopoderoso. El 31 de a gusto de 1958 Registrado por procurador el padre Francis Akiki (Libanés). La curación de Maryam Jirji Abi Younes : Soy Maryam, esposa de Jirji Abi Younes. Había padecido de la epilepsia por 12 años sin beneficiar de los tratamientos medicales. Por eso, pedí del padre Charbel que considerara mi pobreza y mis niños y me curara de esta enfermedad. Padre Charbel se nos apareció a mí y a mi esposo en un sueño, estaba acompañado por dos monjes. Le pedimos que tuviera piedad de nosotros y que considerara nuestra situación pues le ofreceríamos todo lo que nos ganaríamos y todo lo que estaba disponible a nosotros. Padre Charbel me bendijo y me dijo: “Levántate, estás curada por el poder de Dios. Que tengas fe”. La mañana por la mañana, me levantó y empezó a hacer la limpieza. Desde entonces, no he sentido ningún dolor. Hace 20 años que estoy curada. El 2 de abril de 1940 Ehmej Firma: Jirji Abi Younes. La curación de Yusef Rustom El-Khoury El 4 de junio de 1950, se presentó ante nosotros el capitán Yusef Rustom El-Khoury, de 52 años, del pueblo de Kfarnice en el Chouf y declaró: “Estuve en el servicio militar francés de 1914 a 1918. En el año 1917, fui victima de en una emboscada como secuela sufrí de luxación del hombro derecho. Me trataron en un hospital a Nicosia, Chipre, donde me quedé por un mes y medio. La luxación se curó pero con un defecto, por eso no podía usar la mano salvo en cosas simples. Veinte años después de haber dejado el servicio militar, y mientras que estaba a la playa, el hombro volvió a dislocarse por causa del defecto, y me hubiera ahogado sin la ayuda de mis amigos. Me arreglaron el hueso a la manera popular. Al quitarme la escayola después de un mes, encontré la mano anquilosada del hombro a los dedos, volvieron a escayolarme por la segunda vez, y tercera… Después de tres meses, y al quitarme la escayola una vez más encontré la mano lesionada por no haber sido escayolada correctamente. Después del fracaso del médico popular, fui al hospital americano para hacerme una radiografía del hombro. Los médicos, de los cuales menciono los doctores Khaled y Sami Haddad, estudiaron la radiografía y examinaron mi hombro en 1921 y decidieron operarme para quitar la sangre venosa coagulada (hematoma). Al principio acepté la cirugía, sin embargo el doctor Haddad no lo hizo, porque el porcentaje del éxito era solamente 10% y por miedo de cortar la arteria y lesionar gravemente la mano. Rechacé la operación y me trasladaron al hospital privado del doctor Rubíes. Le conté mi historia, di mis radiografías, y le pregunté si fuera posible arreglar la mano sin operarla. Me respondió: “Vamos a tratar, como Dios quiere”. Me anestesió, dislocó y escayoló el hombro sin operar. Después de un tratamiento de un mes en el hospital, me mejoré un poco y volví capaz de usar mi mano en cosas simples como para escribir. Pero la curación no fue total, estaba incapaz de ponerla detrás de la espalda o de levantarla arriba de la cabeza. Deje a mi mano así confiándome a Dios. Escuché las noticias sobre el padre Charbel entonces fui con mi familia el 6 de mayo de 1950, al monasterio de Santo Maron-Annaya con la intención de visitar y no de pedir la curación. Después de haber visitado el monasterio y tomado aceite y agua y sudor benditos, regresamos a casa en Cheyah. El siguiente día (domingo), fui a pescar y al regresar por la noche sentí la pierna izquierda como débil. Me descansé, antes de dormir unté mi pierna y hombro con los rastros benditos, y sentí un dolor intenso pero pensé que era por causa del fatigue. La mañana por la mañana, empecé a bostezar normalmente estirando las manos sin tener cuidado. Pues a mi prima Mary mi gesto le llamó la atención porque me vio levantar la mano derecha arriba de la cabeza. Me pidió que repitiera mi gesto. Me extrañé de su petición y le pregunté por su causa sin hacer lo que había pedido. Sin embargo insistió que volvería a levantar mi mano diciendo: “Tu mano está sana”. La levanté, moví hacia atrás, hice algunos ejercicios y la encontré sana. La noticia llegó a unos médicos amigos míos en el ejército, incluso al doctor capitán Joseph Hokayem que después de haber examinado mi mano, pidió una nueva radiografía. Al ir al hospital militar, encontré un colega del doctor Hokayem. Los dos médicos discutieron mi caso luego el colega del doctor Hokayem insistió en examinarme porque no creía nunca en el milagro e hicimos una apuesta: 50 Liras de él y 5 Liras de mí. El mismo me examinó y concluyó que nunca había pasado nada a mi mano porque era totalmente normal, que el hueso estaba sano y el movimiento normal. También negó que la mano fuera herida y puso la apuesta en la presencia del doctor Hokayem. Fui a la sección de la radiología en el mismo hospital para que me hicieran 3 radiografías: la primera de los dos hombros, la segunda del hombro derecho, y la tercera del hombreo izquierdo. El resultado mostró que el cubito de la mano derecha estaba correctamente en su lugar en la cavidad del hombro derecho y funcionaba perfectamente aunque había todavía sangre coagulada. Sin embargo, la radiografía del hombro izquierda estaba diferente porque la cavidad estaba limpia. El colega del doctor Hokayem se quedo sin color y mudo por la sorpresa. Guardo conmigo las antiguas radiografías, las del 1920, y también las nuevas hechas después de la curación. Este informe medico hecho por el doctor Hokayem testimonia la autenticidad de este hecho, y estoy dispuesto a prestar juramento legal si fuera necesario. He venido hoy con mi familia para agradecer a Dios y a San Charbel. Capitan: Yusef Rustom El-Khoury Testigos: Ibrahim El-Tonb (Oficial jubilado) Monje Yusef Istfan (Ibrin) La curación de Bachir Bakir Nafisa El 5 de junio 1950, el joven sordomudo Bachir Bakir Nafisa, nacido en Siria en 1923, vino al monasterio de Santo Maron-Annaya para visitar la tumba del monje piadoso Charbel. Tres días después de su llegada empezó a hablar como los niños y escuchar un poco. Pusimos a decirle: a, b, Butros (Pedro), el Señor, Yuhana (Juan), Joseph (Jose), Dios, y él respondía como un niño. Le preguntamos: “¿Qué hora es?”. El respondió: “cinco menos cinco”. Vino con él George Trak de Beirut y testimonió que conocía este joven desde Beirut y sabía que era sordomudo y se comunicaba sólo por señales. Testigos: Nadia Cozma El-Asmar (Betroun) Rachel (De Lasal) Georgette Katrib (Beirut) El policía Asmar (Jisine) La curación de Hanna Tannous El-Alam El 6 de junio de 1950, vino al monasterio de Annaya doña Habiba, esposa del señor Tannous Yusef El-Alam de la montaña de Bicharre, una maronita virtuosa de 45 años, con su hijo paralizado que tenía 20 años y declaró bajo juramento: “Este es mi hijo Hanna tuvo la fiebre tifoidea cuando tenía 9 meses y afectó a su lengua entonces perdió la capacidad de hablar, a sus orejas y no podía más escuchar, y a sus manos y pies que se paralizaron. A la edad de caminar, empezó a caminar como la tortuga de una manera conmovedora al ver. Le hablamos por señales como a los mudos, lo que nos duele a nosotros sus padres. Cuando escuchamos hablar del padre venerado, hombre de Dios, Charbel, le llevamos, desde hacía dos semanas, a visitar esta tumba santa pero no se benefició. Después de nuestra visita, se despertaba en la noche y se arrastraba hacia la puerta a la cual tocaba diciendo en una lengua ambigua: “Llévame a San Charbel”. Cuando le preguntamos que tenía, respondió que veía al padre Charbel en la noche y que le recomendaba que rezara siempre. Hoy el 6 de junio, he vuelto a llevarlo al monasterio de Santo Maron-Annaya, hemos visitado primero la tumba del Santo. Mi hijo entró andando a gatas, froté la lápida sepulcral luego froté mi hijo con los restos y le unté con agua y aceite benditos y le dé a beber de ellos también, en este tiempo mi hijo estaba rezando. A las tres, se levantó, volvió a hablar y escuchar, y sus articulaciones se fortalecieron, entonces empezó a bailar de alegría y felicidad. Hablar ha vuelto muy fácil para él. Aquí está entre sus manos, véanlo, volvió a nacer y está como si jamás estuviera enfermo. Atribuyo esta curación milagrosa al hombre de Dios, padre Charbel. Lo que no olvido es que pusimos un retrato del hombre de Dios en nuestra casa pero no llevamos incienso con nosotros. Durante la noche, mi esposo entró a la casa y olió un perfume de incienso; me preguntó: “¿Han incensado el retrato?” Respondí que no. Dijo: “Padre Charbel nos está advirtiendo del incienso”. (Este informe fue leído ante ella y le firmó con su huella digital) Testigos: Le vi entrar hacia la tumba andando a gatas y fui el primero a ayudarle a levantar y caminar bien: Georges Azar (Beirut) Sara Sakr (Egipto) La curación de Chayban Matar Testimonio que examiné y traté el hermano Yusef Chayban Matar del pueblo de Tannourine, y encontré que sufría de un dolor agudo en sus flancos, el del derecho y de la izquierda, bajo los riñones, y de un dolor de espalda, y de una fragilidad en las rodillas especialmente al caminar. Este estado resuelta de la presencia de un poco de albuminuria, y muchos cálculos en los riñones. Admito que su estado ha mejorado muchísimo, más se curó, después de su visita a la tumba del padre Charbel Makhlouf. Según su solicitud, he dado este informe medico. 6/6/2003 Dr. Antoine Chami La curación de Yusef Suleyman Ibrahim Hanna y su hermana Yusef Suleyman Ibrahim Hanna, del pueblo de Michmich, de 17 años y su hermana Chahide, de 14 años, nacieron sordomudos comunicándose sólo por las señales. Cuando las noticias de los milagros de San Charbel se propagaron, empezaron a precipitar temprano cada día a la tumba y implorar en sus propias lenguas de mudos y de una manera conmovedora que inspiraba piedad y hacía llorar a los que les veían. Siguieron así hasta esta fecha, 11 de junio de 1950, Yusef ha empezado a escuchar y a repetir lo que decimos en una lengua defectuosa. Cuanto a su hermana Chahide, su lengua se ha vuelto más suelto que aquella de su hermano, hablando de una manera comprensible. Pero la capacidad del oído queda más disminuida que aquella de su hermano. Ha venido hoy con ella al examen su cuñado el señor Butros Istfan Daryan que ha declarado ante nosotros que son nacidos sordomudos. Hoy el señor Butros dice que son 75% curados y que todos en Michmich y su alrededor saben lo de estos dos hermanos. El 11 de junio de 1950 Testigos: El cura Yusef Daryan Philipe Younes (Ihmige) |